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lunes, 5 de noviembre de 2012

Publicarán novela póstuma de Carlos Fuentes


La novela póstuma del recién fallecido escritor mexicano, Carlos Fuentes, "Federico en su balcón", saldrá a la venta el próximo miércoles 7 de noviembre, informó la editorial Alfaguara.

Carlos Fuentes tenía previsto presentar la obra en noviembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Esta novela se encuentra dedicada al cardiólogo español Valentín Fuster y es la última obra de Fuentes.

"Federico en su balcón" constituye una reflexión sobre el poder y cómo este influye sobre la vida de los ciudadanos. En el texto, Dante Loredano, el protagonista, entabla un diálogo con su vecino de balcón (Federico Nietzsche), que lo guía a través de "una ciudad desconocida que está experimentando una revolución social y le presenta ciertos personajes a través de los cuales ejemplifica las reflexiones que realiza", detalla Alfaguara.

Dos semanas antes de su fallecimiento, el primero de mayo, Fuentes había dicho en la Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina: "La novela que acabo de terminar, 'Federico en su balcón', está protagonizada por dos interlocutores: el autor de la novela y el personaje Federico Nietzsche. Como Nietzsche dijo 'Dios ha muerto', Dios, para contradecirlo, le da una segunda vida a Nietzsche, pero le permite observar un mundo donde todo es un eterno retorno".

Carlos Fuentes, fallecido el pasado 15 de mayo en la Ciudad de México, fue uno de los intelectuales más prominentes de México. Entre las obras que lo llevaron a la fama internacional se encuentran: "La región más transparente (1958), "La muerte de Artemio Cruz" (1962), "Aura" (1962), "Terra Nostra" (1975), "Gringo Viejo" (1985), "Los años con Laura Díaz" (1999), "La silla del águila" (2003) y "La voluntad y la fortuna" (2008). 

Criptograma Mx, con información de BBC

miércoles, 16 de mayo de 2012

Fotogalería.- Homenaje a Carlos Fuentes en Bellas Artes

El escritor mexicano fue homenajeado en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México.
@bellasartesinba

@literaturainba
@beltrandelriomx 


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Excélsior
El presidente Felipe Calderón; su esposa, Margarita Zavala, en jefe de gobierno del DF, acompañan a la viuda de Carlos Fuentes en la guardia de honor. 
@arrigocarlos
El cortejo fúnebre rumbo al Palacio de las Bellas Artes.


Los restos mortales de Carlos Fuentes descansarán en el cementerio de Montparnasse en París.


@libroscalyarena






martes, 15 de mayo de 2012

Aura, modelo y prodigio de la novela fantástica

Se ha dicho que Aura es una de las novelas más simbólicas de Carlos Fuentes, una oda de magnitudes magistrales donde toca la fina línea que existe entre la vida y la muerte, a través de los personajes de Felipe Montero, la anciana Consuelo y Aura, la bella joven de ojos verdes que da nombre a la historia.
Con motivo del fallecimiento del escritor y en el 50 aniversario de esta obra, que se publicó por primera vez el 30 de mayo de 1962 bajo el sello de Editorial Era, diversos creadores e intelectuales la recuerdan por su complejidad, su riqueza y como uno de los grandes bastiones que da lustre a la literatura mexicana.
Hugo Gutiérrez Vega considera que Aura inicia una de las vertientes más especiales en la obra de Fuentes, aunque de alguna manera está emparentada con Las buenas conciencias y algunos de sus cuentos.
“Pero Aura ocupa un lugar especial en la obra de Fuentes, porque es un modelo y un prodigio de novela fantástica, que al mismo tiempo, escribe los rasgos principales de la moral social de nuestro país, después del movimiento revolucionario.
“Creo que es una obra de fina ficción que se relaciona con el sueño, la imaginación y los distintos niveles de la realidad y de la fantasía en el ser humano.  Por esta sola obra debemos considerar a Fuentes, como uno de nuestros grandes clásicos y como un escritor universal”.
El músico Mario Lavista recordó que en 1986 comenzó a realizar la ópera basada en la novela Aura con el apoyo de la Fundación Guggenheim y la obra se estrenó en el Palacio de Bellas artes en 1988.
“En la ópera Aura se agregaron muchos elementos orquestales, en un principio se había pensado realizarla con un grupo de cámara, pero a medida que se desarrollaba la obra y musicalmente se entraba en el universo de los personajes se fue haciendo más grande la parte musical, todo ello para rendir homenaje a esta gran obra que ha acompañado a nuestra cultura desde hace cinco décadas”.
Por su parte, el coreógrafo Guillermo Arriaga Fernández dijo que las muchas expresiones, como el teatro y la ópera, que han adoptado dicha historia dan cuenta del profundo impacto que tuvo en las conciencias de los mexicanos.
“De esta obra de Fuentes se desprendieron no sólo ideas para numerosos creadores, sino que su presencia en la danza, en el cine, en el teatro, en la música, nos presenta de forma arquetípica a una mujer que nos hace vivir una especie de fusión de muchos Méxicos en uno solo, marcando indudablemente nuestros laberintos internos como parte de esta nación”.
Y añadió: “Todos los militantes de mi generación hemos vivido desde nuestras bibliotecas la espléndida vorágine literaria de la segunda mitad del siglo XX, con esos valores, esa mexicanidad, esas ideas cuajadas en nuestra raíz, por ello Aura es la novela que más claramente encierra todos esos elementos”.
El escritor y académico Arturo Azuela definió a Aura como una obra maestra, una novela con diferentes planos que se entrecruzan y dan lugar a un mundo fantástico y lleno de matices y bifurcaciones.
“En un lugar pequeño, en un ambiente íntimo y tradicional, una mujer desdobla sus secretos y nos da a conocer diversos acontecimientos que se tornan fantásticos y simbólicos, mientras el hombre que trabaja para ella, tiene como premisa no abandonar la casa hasta que concluya el trabajo. Es una novela breve, indudablemente magistral, y que deja clara la universalidad de Carlos Fuentes”.
Finalmente, el investigador universitario Juan José Escorza Carranza opinó que esta obra de Fuentes, en la medida que introduce las nuevas técnicas narrativas, fue un estímulo no sólo para los escritores, sino para otros creadores, como los compositores mexicanos, que inspirados por el texto fueron incorporando nuevas técnicas.
“Un caso digno es el de Manuel Enríquez, que puede considerarse como un hermano espiritual de Carlos Fuentes, aunque la consecuencia más importante de la obra de Carlos Fuentes, es la ópera Aura, de Mario Lavista, quien logra una obra sui géneris en el campo de la música mexicana. Podría considerarse una anti ópera porque no utiliza los recursos dramáticos convencionales sino, siguiendo el ejemplo de Debussy y de Bartok, crea una obra de atmósferas que traduce magistralmente los planteamientos de la novela”.
Y concluyó: “Las atmósferas de misterio y de ambigüedad magistral que están presentes en Aura, están presentes también en esta obra musical, estimo que debiera reponerse como un homenaje a Fuentes en el cincuentenario de Aura, pues se trata de una obra maestra muy gratificante para los buenos aficionados a la música”.
Con Información de Conaculta

La última columna publicada de Carlos Fuentes



El escritor mexicano, ganador del Premio Rómulo Gallegos en 1977, publicó este martes en el diario Reforma lo que sería su última colaboración. Aquí el texto íntegro.

Viva el socialismo. Pero... (2)








Nadie ha explicado la continuidad de la historia de Francia mejor que Francois Mitterrand. Nunca fui partidario de Charles De Gaulle, explicó una vez. Pero siempre rehusé ser su enemigo, afirmó. ¿Por qué? porque existía. Porque sus actos lo creaban, convencido de que él era Francia, a la cual, añade Mitterrand, De Gaulle quería con un amor visceral, exclusivo. Es más: De Gaulle afirmaba la presencia francesa en todos los frentes a la vez. Exigía admiración y lealtad. Un viejo chiste propone que De Gaulle, ante su gabinete, decidió un día invadir la Unión Soviética.

-¡Dios mío! -exclamó un ministro.

-No exagere -le contestó De Gaulle.

Si evoco este pasado, es para acercarme al presente que enfrenta el recién electo Francois Hollande y para contrastar el gran talento político de De Gaulle, tan admirado por su opositor Mitterrand, con la pequeñez del antecesor inmediato de Hollande, Nicolas Sarkozy. Presidente de un solo período, Sarkozy lo inició con frivolidad: cenas suntuosas, viajes en yacht, relojes de setenta mil dólares, bikinis y un profundo desprecio por la gente de la calle: "cállate, pendejo", le dijo a un ciudadano opositor. Confieso mi antipatía. El año de México en Francia fue cancelado por la exigencia de Sarkozy: cada acto del centenar previsto debía comenzar con la defensa de la encarcelada Florence Cassez: cine, arte, arqueología, literatura mexicanas, pero primero, defensa de Cassez. La exigencia de Sarkozy dinamitó el año de México en Francia.

A la postre, la realidad europea e internacional redujo a Sarkozy al papel de socio menor de la canciller Angela Merkel. Pero era Francia, al cabo, el ente secundario.

Francois Hollande hereda todo lo que llevo dicho. La idea de la grandeza nacional que encarnó De Gaulle. Las posibilidades de la reforma social en régimen capitalista, que fue la apuesta de Mitterrand. La posición de Francia en la comunidad europea y la relación con la Alemania Federal, que fue el problema de Sarkozy. Y algo más: la respuesta de Francia al gran desafío de la sociedad civil y que pone en entredicho a todos los gobiernos. Desploma a los autoritarismos pétreos de Egipto, Libia y Túnez. Desnuda al ya bastante encuerado Berlusconi en Italia. No se contenta con Zapatero ni con Rajoy en España. Multiplica la oposición en Gran Bretaña y le resta poder electoral a Cameron sin dárselo del todo al jefe laborista Edward Miliband. En los EE.UU., se separa del Partido Republicano, disminuye y ridiculiza al "Tea party" y sólo le dará una victoria condicionada a Obama en noviembre. Son los "Ocupantes".

¿Cómo responderá Francois Hollande a este nuevo desafío, el de una sociedad que al cabo no se reconoce en ninguna de las tribus políticas tradicionales: izquierda, centro o derecha? Conocemos algunas de sus respuestas, todas ellas adecuadas a la situación que describo. Hollande quiere un gobierno que se defina menos por su perfil tecnocrático y más por lo que los franceses entienden por "humanismo", y esto significa una preocupación mayor -como la tuvo Mitterrand- por la calidad del trabajo, la remuneración salarial y la descentralización administrativa. Más empleo, mejor vivienda. ¿Más austeridad? Hollande ha declarado que la austeridad no puede ser una fatalidad. ¿Cómo convertir la austeridad no sólo en virtud, sino en motor del crecimiento? ¿Y es más, en convicción colectiva?

Los desafíos a Hollande son inmensos. La inmigración del mundo musulmán, parte de ella ya instalada en Francia, reclama no ser tratada como la llamó Sarkozy: "la basura". Hollande debe darle al inmigrante norafricano diálogo y un horizonte en la política de inclusión social y creación de empleo que es la suya. El inmigrante de África del norte debe sentir que es parte de esta política, no mero accidente adjunto de la misma. Hollande deberá dialogar con norafricanos y afroeuropeos para alcanzar, con todos, maneras de tratar el conflicto social y racial con las comunidades que exigen derechos y una situación manumitida. Lo que haga Hollande en este renglón tendrá una repercusión europea y global. El trabajo migratorio no puede ser, a la vez, necesario y castigado. Si ya hay libertad para el capital, la inversión y el cambio, debe haberlo también para el trabajo. Se trata, ni más ni menos, de revertir la política sarkoziana de proteccionismo y en contra de la inmigración.

El gran desafío del nuevo presidente de Francia consiste en poner en marcha una política de crecimiento contraria a la política de rigor sin crecimiento dictada por Merkel. Que existe un acuerdo franco-germano es cierto. Hollande deberá convencer a Merkel -cosa difícil- de cambiar los términos de la relación. O al menos, de añadir un apéndice sobre la necesidad de crecer, sin engañar a nadie con políticas proteccionistas y subsidios a la ineficiencia. El socialismo en el poder debe presentarse como una affectio societatis que concierne no sólo a la empresa o al trabajo, sino al conjunto social.

No será fácil. Pero Mitterrand demostró que, dentro de los límites, el socialismo puede hacer lo que la derecha ni siquiera piensa en hacer. "La austeridad no puede ser una fatalidad" -explica Hollande-. Y darle una nueva dimensión a la construcción europea. Y decírselo cuanto antes a Europa y a Alemania. Crecimiento con disciplina. Tal es la propuesta de Hollande. Ojalá que tenga tiempo y éxito. La impaciencia de los "ocupantes", la sociedad civil emergente, es muy grande.

Nota mexicana.- Me preocupa e impacienta que estos grandes temas de la actualidad estén fuera del debate de los candidatos a la presidencia de México, dedicados a encontrarse defectos unos a otros y dejar de lado la agenda del porvenir.


Redacción, con información de Reforma.

Carlos Fuentes, su aportación al mundo

1985, Inglaterra
Christopher Cormack/CORBIS
 
Carlos Fuentes Macías nació el 11 de noviembre de 1928 en Panamá. Fue uno de los escritores más conocidos de finales del siglo XX.


Autor de novelas y ensayos, entre los que destacan: La región más transparente (1958); Las buenas conciencias (1959); La muerte de Artemio Cruz (1962); Aura (1962); Cantar de ciegos (1964); Zona Sagrada (1967); Cumpleaños (1969); Terra Nostra (1975); La cabeza de la hidra (1978); Agua Quemada. Cuarteto Narrativo (1983) y Gringo Viejo (1985).

Cristóbal Nonato (1987); La Campaña (1990); La Frontera de Cristal. Una novela en nueve cuentos (1995); Los años con Laura Díaz (1999); Instinto de Inez (2001); La Silla del Águila (2003); Todas las familias felices (2006); La voluntad y la fortuna (2008) y Adán en Edén (2009), entre otras.
Algunos de los reconocimientos de los que fue acreedor: Premio Mazatlán de Literatura por Tiempo mexicano (1972); Premio Xavier Villaurrutia (1976) y Premio Rómulo Gallegos por Terra Nostra (1977); Premio Internacional Alfonso Reyes (1979); Premio Nacional de Literatura de México (1984) y Premio Cervantes (1987).
Condecoración de la Legión de Honor (1992); Premio Internacional Menéndez Pelayo (1992); Premio Grizane Cavour (1994); Premio Príncipe de Asturias (1994) y Medalla Picasso de la Unesco (1994).
Doctorado Honoris Causa por la Universidad Veracruzana (2000); Premio Internacional Don Quijote de La Mancha (2008); Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Quintana Roo (2009); Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica (2009); Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (2010).
Carlos Fuentes falleció este 15 de mayo de 2012 en la ciudad de México a raiz de una hemorragia masiva.
Redacción.