Seguramente
por comentarios como estos, un grupo de científicos de las Universidades de
Manchester y Sheffield, se dieron a la tarea de investigar sobre el tema.
Analizaron el
número de espermatozoides móviles en muestras de esperma de más de cuatro mil
hombres, quienes también fueron encuestados sobre sus hábitos de vida.
Los resultados,
publicados en la revista Human Reproduction, revelaron que los varones que se
habían sometido a algún tipo de cirugía en los testículos, los que no llevaban
ropa interior tipo “bóxer”, los de raza negra y los que realizaban trabajos
manuales eyaculaban menos espermatozoides móviles. Sin embargo, ni el consumo
de tabaco, alcohol o drogas ni el sobrepeso tenían un efecto destacado.
"Aunque
nuestras costumbres tengan repercusiones sobre otros aspectos de la salud, los
resultados sugieren que muchos estilos de vida probablemente tengan poco efecto
sobre la fertilidad", comentó Andrew Povey, de la Universidad de
Manchester.
Para llegar
a esta conclusión, los expertos midieron el número de espermatozoides móviles
ya que es una variable que generalmente es indicativa de la fertilidad, y
además se emplea en las clínicas para escoger el tipo de tratamiento en parejas
que tienen problemas para concebir.
Sin
embargo, los investigadores no descartaron que los malos hábitos puedan afectar
a otros parámetros.
"Es
posible que el estilo de vida tenga repercusión sobre otras variables que no
hemos medido, tales como el tamaño y forma de los espermatozoides, o la calidad
del ADN contenido en ellos. Tendremos que estudiar más a fondo estos
aspectos", destacó Allan Pacey, otro de los autores del estudio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario