Por Nancy Colín /Reportera Criptograma
Fotografía: Nancy Colín
"Santo Desierto de Nuestra Señora del Carmen de los
Montes de Santa Fe", era el nombre original de lo que hoy se conoce como
el Desierto de los Leones, que, por cierto, refiere a la vida eremítica de los
frailes Carmelitas Descalzos, una orden que por ser contemplativa vivía alejada
del pecado. Ahí, en el corazón del bosque se edificó un convento.
Cuando deseaban estar aún más alejados de la vida mundana, los
frailes tenían la opción de un retiro espiritual en este convento apartado de todo
y que abarcaba unas mil 317 hectáreas de bosque, protegido por una barda
perimetral que casi ha desaparecido.
Fue un bosque habitado por gatos monteses y pequeños pumas,
tal vez por ello se le agregó lo de los Leones dado que en la época en que fue
usado como sede de retiros, los españoles se referían a estos felinos como
leones o leoncillos; existen fuentes que refieren que ya se le llamaba así
cuando una familia criolla de apellido León apoyó a la orden en un juicio legal
por la propiedad. Cabe mencionar que este sitio se uso de 1611 a 1801.
Sin duda, es una belleza ecológica de mil 529 hectáreas que
representa uno de los pulmones de D.F. y abastece de agua desde el poniente de
la ciudad.
Una de las atracciones del exconvento, es un túnel hidráulico
oscuro por completo así como las ruinas que aún transmiten la espiritualidad y
los jardines de un atractivo encantador por sólo 10 pesos (también es
concurrido el cuarto de los secretos, pero por el momento está cerrado debido a
restauraciones que están dejando la construcción, mejor que nunca).
Se cuenta con servicio médico, guardias forestales, visitas
guiadas al interior del exconvento.
En el bosque hay cabañitas que por menos de 200 pesos se
pueden alquilar para hacer fiestas y reuniones. Además, se cuenta con asaderos,
un laguito donde hay patos y está conectado al Río San Borja. Se cuenta con juegos
de parque para niños, las ermitas, que eran casas de aislamiento para los
frailes.
La comida tradicional del lugar es la sopa de médula, así
como la sopa de hongos (que por cierto también se prepara en la tradicional
Feria del Hongo del mes de agosto).
A dos kilómetros de ex convento cuesta arriba, aún en pie se
halla la capilla de San Miguel en el cerro homónimo y cerca del cual hay un
mirador. Esta es una zona con maravillosa vista para aquellos que gustan del
ciclismo o hacer largas caminatas.
De hecho, el bosque del Desierto de los Leones es el lugar
predilecto de deportistas que llegan de lejos a entrenar gracias a sus
cualidades relajantes del fresco olor a bosque. Se antoja.
Si al final del día queda un huequito de tiempo, pasar a la
feria de Cuajimalpa nunca está de más con juegos mecánicos, artesanías y mucha diversión.
Pero esa ya es otra historia.
¿Cómo llegar?
La Semana Santa es una ocasión en que los exconventos son
lugares muy concurridos, es por esto que yo recomiendo el hermoso exconvento
ubicado en el bosque cuajimalpense con acceso en el kilómetro 23 de la
carretera México-Toluca o por el antiguo camino al Desierto de los Leones a la altura del distribuidor vial San Antonio,
sobre el Periférico Sur.

Es importante mencionar que el lugar es Parque Nacional por
lo que las tarifas aquí mencionadas son a cargo de la Delegación Cuajimalpa. No
se debe hacer ningún pago a personas extrañas, ya que han habido cobros por
parte de personas que se tratan de beneficiar a expensas del lugar, esto es en
la entrada del bosque ( yo recomiendo cerrar la ventanilla del coche y avanzar
sin hacer caso a tales abusadores).
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