Teléfono al agua: alternativas para su salvación

Enrique Padilla /Reportero Criptograma

Sin quererlo y por una mala maniobra, nuestro teléfono celular ¡ha caído al agua! ¡Ah!, no desesperar, ya que lo mejor en estos casos es tomar el asunto con tranquilidad y llevar adelante una serie de pasos que nos permitirán evitar los daños que el líquido pudiera llegar a causarle al móvil.

Debido a que las exigencias de los consumidores son cada vez mayores, los materiales y técnicas para la elaboración de productos tecnológicos ha sufrido en los últimos tiempos cambios cuantiosos. Hoy, por ejemplo podemos hallar en el mercado smartphones diseñados para sobrevivir aún cuando son sumergidos en agua, lo que los convierten en una excelente opción para aquellos que suelen practicar deportes acuáticos.

Pero lo cierto es que no todos disponemos de este tipo de móviles, y en general la mayoría de la gente posee un Smartphone que, ante el más mínimo contacto con el agua, puede dar por finalizada su vida. Es que en definitiva dejar caer un teléfono celular al agua puede llegar a causar dos grandes tipos de daños:

En primer lugar, si en el momento del contacto con el agua el teléfono está encendido, lo más probable es que se produzca un cortocircuito por sobrecarga de energía. Esto sucede incluso cuando el teléfono se encuentra en modo de suspensión, ya que los circuitos del móvil continúan siendo impulsados para permitir que el equipo sea rápidamente activado con sólo tocar una tecla.

Por otro lado, independientemente de que se encuentre encendido o apagado, al pasar algunas horas luego de que el teléfono fuera sumergido, cuando el agua se evapora, puede llegar a corroer los componentes interiores del teléfono. En este sentido, tengamos en cuenta que a menos que el teléfono celular haya caído en agua destilada, se encontrará expuesto a las impurezas corrosivas que puede llegar a tener el agua, las que provocarán corrosión en los componentes en caso de que el agua se evapore lentamente.

Es por ello que cuanto más tiempo esperemos para intentar arreglar el teléfono que cayó al agua, tendremos menos posibilidades de poder repararlo.

Lo primero que debemos hacer cuando vemos que nuestro teléfono móvil cayó al agua, es secarlo y limpiarlo superficialmente con un paño seco. Por supuesto que si el celular está prendido, previamente debemos apagarlo y quitarle la batería. Tengamos en cuenta que deberemos esperar a que se seque completamente antes de intentar encenderlo de nuevo.

Mientras comenzamos el proceso de secado, como ya mencionamos, retiraremos cuidadosamente la batería, como así también la tarjeta SIM y la tarjeta de memoria, en el caso de que la tuviera. Luego envolveremos el teléfono, la tarjeta SIM con nuestros datos, la tarjeta de memoria y la batería en distintos trozos de papel tissue, para que el agua sea absorbida por completo. Después esperaremos un par de horas e intentaremos encender el móvil.

Si el teléfono se enciende es recomendable realizar una llamada para asegurarnos que el equipo está funcionando correctamente. Si por el contrario, el teléfono celular no enciende, es muy probable que el agua haya llegado hasta el interior del teléfono. Pero aún así no debemos desesperar, ya que aún nos queda otra técnica casera para resolver el inconveniente, y para lo cual sólo necesitamos arroz.

En este caso, nuevamente retiraremos la batería y las tarjetas del teléfono y colocaremos todos los componentes en un recipiente lleno de arroz. Allí lo dejaremos durante más de 12 horas, para permitir que el arroz se encargue de absorber el resto del agua que pueda haber quedado depositada en el interior del equipo. Luego de ello, el teléfono debería volver a funcionar.

Otra alternativa, en el caso de que el arroz no funcionara, es realizar un secado con calor, exponiendo todos los componentes del equipo a la luz del sol por varias horas o bien utilizando un secador de cabello o una estufa.

Cabe destacar que si el equipo cayó en agua salada o en cualquier tipo de agua con alto contenido de minerales, es posible que sea necesario realizar una limpieza previa con agua destilada antes de iniciar el proceso de secado, ya que de lo contrario el depósito de sales en el interior del teléfono celular móvil pueden llegar a destruir sus circuitos.